Dia 2. JESÚS EL BUEN PASTOR
“Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.”
Juan 10:11 NVI
Juan 10:11 NVI
El Salmo 23 es un conocido retrato del noble oficio de pastor de ovejas. Aunque nos resulte más fácil asociar el salmo con Dios el Padre, la figura del pastor que representa guía, cuidado y acompañamiento debió tenerla Jesús en mente cuando dijo “Yo soy el buen pastor,” aquel que está dispuesto a defenderlas con su vida, aquel que las alimenta y lleva a pastos verdes aún en tiempo de sequía, aquel que las guía con su palabra y que está dispuesto a dejar a las noventa y nueve para ir en busca de la perdida. Necesitamos esta clase de pastor para transitar en nuestra vida.
A lo largo de la Biblia vemos varias figuras retóricas que describen la fuerza o los atributos de Dios, como el fuego consumidor, los relámpagos, el torbellino, lo describen también como un poderoso gigante, un guerrero… pero no hay una figura más tierna y confiable que la de un pastor. Cuando un ser querido o tú mismo estás en la cama de un hospital, no necesitas a un juez o un sacerdote, necesitas un pastor. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (vs. 4)
Dicho de otra forma él debía ser primero siervo sufriente para poder ser el Dueño del rebaño. Para que los que eran lejanos, fueran hechos cercanos y los que estaban extraviados, fueran hallados. Sin el Salmo 22 no podría suceder el Salmo 23, él compró con su sangre a la ovejas para luego traerlas para sí y prepararles redil. (Jn. 10:16) Resulta interesante este orden de los Salmos, el 22 es un retrato de Cristo del pasado, el 23 es una realidad presente para el creyente, y el 24, que meditaremos mañana, retrata el futuro de Cristo como el Rey. Pero el día de hoy nos debe reconfortar escuchar “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.” Jn.
“Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR viviré por siempre.” Salmos 23:6
En el amor de Cristo.
Shajid Ochoa
Ministro PIB Satélite.
A lo largo de la Biblia vemos varias figuras retóricas que describen la fuerza o los atributos de Dios, como el fuego consumidor, los relámpagos, el torbellino, lo describen también como un poderoso gigante, un guerrero… pero no hay una figura más tierna y confiable que la de un pastor. Cuando un ser querido o tú mismo estás en la cama de un hospital, no necesitas a un juez o un sacerdote, necesitas un pastor. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (vs. 4)
Dicho de otra forma él debía ser primero siervo sufriente para poder ser el Dueño del rebaño. Para que los que eran lejanos, fueran hechos cercanos y los que estaban extraviados, fueran hallados. Sin el Salmo 22 no podría suceder el Salmo 23, él compró con su sangre a la ovejas para luego traerlas para sí y prepararles redil. (Jn. 10:16) Resulta interesante este orden de los Salmos, el 22 es un retrato de Cristo del pasado, el 23 es una realidad presente para el creyente, y el 24, que meditaremos mañana, retrata el futuro de Cristo como el Rey. Pero el día de hoy nos debe reconfortar escuchar “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.” Jn.
“Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR viviré por siempre.” Salmos 23:6
En el amor de Cristo.
Shajid Ochoa
Ministro PIB Satélite.