DIA 4. ALIMENTATE Y ALIMENTA A OTROS

Y me dijo: «Hijo de hombre, cómete este rollo escrito, y luego ve a hablarles a los israelitas». Yo abrí la boca y él hizo que me comiera el rollo.  Luego me dijo: «Hijo de hombre, cómete el rollo que te estoy dando hasta que te sacies». Y yo me lo comí, y era tan dulce como la miel.
Ezequiel 3: 1-3
Hay una frase que rige mi vida desde hace tiempo: “no puedes dar lo que no tienes”. Como hijos de Dios tenemos el reto de ser sal y luz en la Tierra, sin embargo, eso no se logrará con buenas intenciones, la realidad es que solo practicando las disciplinas espirituales  (lectura, oración, meditación, memorización y ayuno)es que podemos lograr ser transformados para entonces transformar a otros, si no las practicamos no tendremos lo necesario para ser agentes transformadores en un mundo roto.

Desde mi perspectiva, en Ezequiel 3:1-3 se refleja al profeta practicando tres de las 5 disciplinas espirituales: la oración, la lectura y la meditación de la Palabra de Dios.

Estas 3 deben ir de la mano, un cristiano maduro no puede solo leer la Biblia como  cualquier otro libro. Debe pensar y meditar cómo puede aplicar la Palabra de Dios a su vida, todo esto mientras está comunicándose con su Padre Celestial a través de la oración. Esto va a traer saciedad a nuestra alma y espíritu que están hambrientos de amor.

Una vez que somos saciados por la presencia de Dios a través de su Palabra, estamos listos para alimentar a otros, y entonces así comienza una revolución transformadora en el mundo. Un cristiano maduro siempre comienza revoluciones transformadoras en donde quiera que esté.


Antonio Nistal
Pastor de Jovenes Link
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