DIA 1. ¿QUÉ ES LA FE?
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 11:1
Hebreos 11:1
Si existe una definición concreta de lo que es la fe, ésta se encuentra en el primer versículo del capítulo once de la carta a los Hebreos. En un par de sentencias sencillas, el autor nos comparte su definición de “FE”. Algunas otras versiones lo traducen de la siguiente manera: “La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver.”(NTV); o una de mis paráfrasis favoritas, “Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.” (TLA).
Si prestamos suficiente atención, en la definición de “FE” están entretejidos dos elementos: certeza y expectativa. Por una parte, la FE es una certeza total en Dios, y por otra, hay un elemento que exige de nosotros estar a la espera de lo que aún no se conoce. Dicho de otra manera, el autor a los Hebreos presenta en su definición de fe, una mezcla entre la seguridad y la aventura; entre lo estable y lo incierto; entre la certeza y la sorpresa. La FE es la combinación entre la confianza absoluta que el creyente deposita en Dios, acompañada del desconocimiento de aquello que sólo se encuentra en Sus manos.
Hace poco leí a un teólogo explicar la “FE” de forma particular. Decía lo siguiente: “¿Recuerda usted lo que sentía cuando era niño y se acercaba su cumpleaños? Se sentía al mismo tiempo emocionado y ansioso. Seguro y expectante. Tenía la certeza que sus padres le darían regalos y tenían preparado algo para usted, sin embargo todo esto estaba envuelto en un ambiente de sorpresa y expectación. ¡Así eran nuestros cumpleaños de pequeños! ¡Los cumpleaños combinaban una mezcla de seguridad y de misterio! Lo mismo sucede con la fe. La fe es la convicción basada en el Señor de que, con toda seguridad, Él tiene preparado para nosotros lo mejor, aún cuando no sabemos qué es lo esto sea.”
Aquellos que piensan que la “FE” es un “salto a ciegas”, olvidan la certidumbre en la que podemos descansar; mientras que aquellos que piensan en la “FE” como una “certeza absoluta”, olvidan aquellas cosas que Dios ha reservado sólo para sí mismo.
Y es en este contexto de la FE, en la que el autor bíblico comienza a relatar historias diferentes en el capítulo 11. El autor a los Hebreos hace un repaso excepcional de grandes hombres y mujeres de FE. Hombres y mujeres que decidieron “jugársela” por Dios. Hombres y mujeres que hicieron válida esa certeza, combinada con la santa expectativa de aquello por venir. Hombres y mujeres que sirven de ejemplo para aquellos que también estamos en la carrera de la fe.
Cada una de dichas historias presenta diferentes aristas de lo que es la fe, pues cada una de nuestras historias es diferente. Cada hombre y mujer relatados en el capítulo 11 de Hebreos, decidieron caminar en fe a través de sus particulares circunstancias. Llevaron la FE del terreno meramente intelectual al terreno de lo práctico. Caminaron. Avanzaron. Obedecieron. Hicieron. La fe siempre es así. No es una fe muerta sino viva. Es una fe que acciona.
Sirvan sus relatos para animarnos a nosotros a caminar en la fe, con la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve.
Pastor Jesus Hurtado
Ministro de Amar al Projimo
Si prestamos suficiente atención, en la definición de “FE” están entretejidos dos elementos: certeza y expectativa. Por una parte, la FE es una certeza total en Dios, y por otra, hay un elemento que exige de nosotros estar a la espera de lo que aún no se conoce. Dicho de otra manera, el autor a los Hebreos presenta en su definición de fe, una mezcla entre la seguridad y la aventura; entre lo estable y lo incierto; entre la certeza y la sorpresa. La FE es la combinación entre la confianza absoluta que el creyente deposita en Dios, acompañada del desconocimiento de aquello que sólo se encuentra en Sus manos.
Hace poco leí a un teólogo explicar la “FE” de forma particular. Decía lo siguiente: “¿Recuerda usted lo que sentía cuando era niño y se acercaba su cumpleaños? Se sentía al mismo tiempo emocionado y ansioso. Seguro y expectante. Tenía la certeza que sus padres le darían regalos y tenían preparado algo para usted, sin embargo todo esto estaba envuelto en un ambiente de sorpresa y expectación. ¡Así eran nuestros cumpleaños de pequeños! ¡Los cumpleaños combinaban una mezcla de seguridad y de misterio! Lo mismo sucede con la fe. La fe es la convicción basada en el Señor de que, con toda seguridad, Él tiene preparado para nosotros lo mejor, aún cuando no sabemos qué es lo esto sea.”
Aquellos que piensan que la “FE” es un “salto a ciegas”, olvidan la certidumbre en la que podemos descansar; mientras que aquellos que piensan en la “FE” como una “certeza absoluta”, olvidan aquellas cosas que Dios ha reservado sólo para sí mismo.
Y es en este contexto de la FE, en la que el autor bíblico comienza a relatar historias diferentes en el capítulo 11. El autor a los Hebreos hace un repaso excepcional de grandes hombres y mujeres de FE. Hombres y mujeres que decidieron “jugársela” por Dios. Hombres y mujeres que hicieron válida esa certeza, combinada con la santa expectativa de aquello por venir. Hombres y mujeres que sirven de ejemplo para aquellos que también estamos en la carrera de la fe.
Cada una de dichas historias presenta diferentes aristas de lo que es la fe, pues cada una de nuestras historias es diferente. Cada hombre y mujer relatados en el capítulo 11 de Hebreos, decidieron caminar en fe a través de sus particulares circunstancias. Llevaron la FE del terreno meramente intelectual al terreno de lo práctico. Caminaron. Avanzaron. Obedecieron. Hicieron. La fe siempre es así. No es una fe muerta sino viva. Es una fe que acciona.
Sirvan sus relatos para animarnos a nosotros a caminar en la fe, con la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve.
Pastor Jesus Hurtado
Ministro de Amar al Projimo
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