¡He decidido seguirle!
El bautismo es una declaración pública de la fe de todo creyente que ha decidido seguir a Jesús, una invitación y mandato para todo creyente que le ha confesado como su Señor y su Salvador.
El bautismo no salva de pecados. La Salvación es un regalo proporcionado y asegurado directamente por la obra de Jesús en la Cruz en favor todos los que hemos decidio confiar en El. (Efesios 2:8–10).
El bautismo es la representación grafica ideal de lo que Cristo ha hecho por todos los pecadores a través de Su muerte, sepultura y resurrección.
El Bautismo ejemplifica como el nuevo creyente ha roto con su pasado e inicia una vida nueva, una vida resucitada, mediante su nacimiento nuevo en Cristo.
Así que, el Bautismo es una identificación personal con Cristo y con Su Iglesia (Galatas 3:27).
El bautismo no salva de pecados. La Salvación es un regalo proporcionado y asegurado directamente por la obra de Jesús en la Cruz en favor todos los que hemos decidio confiar en El. (Efesios 2:8–10).
El bautismo es la representación grafica ideal de lo que Cristo ha hecho por todos los pecadores a través de Su muerte, sepultura y resurrección.
El Bautismo ejemplifica como el nuevo creyente ha roto con su pasado e inicia una vida nueva, una vida resucitada, mediante su nacimiento nuevo en Cristo.
Así que, el Bautismo es una identificación personal con Cristo y con Su Iglesia (Galatas 3:27).